septiembre 01, 2008

El rico tiene necesidad del pobre

Hace unas semanas hablaba con una amiga, Magui Vieyra, y me decía que uno de los problemas que ve en la iglesia cristiana en cuanto a la acción social, es que se la entiende meramente como asistencia al necesitado, como simple provisión de paliativos. "A los pobres, -me decía- se les da pescado, en vez de enseñarles a pescar. Eso no soluciona el problema". Me dejó pensando, como tantas otras veces...

Jesús dijo: "Dichosos ustedes los pobres, porque el reino de Dios les pertenece. Dichosos ustedes que ahora pasan hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes que ahora lloran, porque luego habrán de reír (...) Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya han recibido su consuelo! ¡Ay de ustedes los que ahora están saciados, porque sabrán lo que es pasar hambre! ¡Ay de ustedes los que ahora ríen, porque sabrán lo que es derramar lágrimas!" (Lucas 6:20-21,24-25).

Ayer, leyendo un libro de un gran autor, me encuentro con esto: A veces, "el rico ve al pobre de una manera equivocada. Como instrumento. Instrumento para ganar el paraíso. En tal caso, el rico tiene necesidad del pobre. Para darle limosna. Pero tiene necesidad de que el pobre siga siendo pobre, no piensa en `promocionarlo´. Si no, ¿cómo podría hacer limosna? ¿Cómo podría entonces sentir su conciencia tranquila? ¿Cómo podría entonces él, rico, entrar en el paraíso? (...) Entonces no se sabe ver al hombre como persona. Sino sólo al hombre a nuestro servicio (...) El rico, si quiere salvarse, tiene que reconocer los derechos privilegiados del pobre. Estamos muy lejos del concepto como `medio´ para mi salvación. Del pobre como `escalón´ para subir al paraíso (...) Se trata de considerar al pobre como el único que `tiene derecho´. Respetarlo, no favorecerle. Honrarlo, no ser caritativo con él. Amarlo, no llenarle el estómago. Pedirle con humildad, no darle ocn altivez (...) La salvación del rico consiste fundamentalmente en ser astuto. O sea, en descubrir que las llaves del paraíso están en las manos del pobre. Tiene que pedirle al pobre permiso para entrar" (Alessandro Pronzato, Evangelios molestos).

Incluía también esta cita: "Nadie se ensoberbezca por dar al pobre. Que no diga en su corazón: yo doy y él recibe; yo lo acojo, porque él no tiene ni siquiera un techo. Quizás a ti te falte más. Quizás aquel a quien acojes es un hombre justo: él tiene necesidad de techo, tú del cielo; él no tiene dinero, pero a ti te falta la justicia" (Agustín de Hipona).

¿Será acaso que mi amiga tiene razón?


"Unos dan a manos llenas, y reciben más de lo que dan; otros ni sus deudas pagan, y acaban en la miseria" (Proverbios 11:24).

"Hay quien pretende ser rico, y no tiene nada; hay quien parece ser pobre, y todo lo tiene" (Proverbios 13:7).

1 comentario:

Anónimo dijo...

creo que en parte tiene razon ya que a veces damos algo y no es la solucion... aun como hija de Dios a veces es algo que me pregunto pero no siempre es asi, a veces las cosas pasan por algo no digo que son rica ni pobre solo soy yo...Solo el barba sabe mi situacion y la de todos aunque en esos versiculos de Lugas tambien se puede entender como pobresa,hambre todo espiritual....esa es mi forma de pensar