abril 02, 2011

La libertad y la dignidad se defienden de pie

Una bomba no trae paz, con fusiles no se salvan vidas,
¿puede la sinrazón llegar a justificar el acto violento
como medio para poner fin a otros actos violentos?
La libertad y la dignidad se defienden de pie frente al odio,
lo miran a los ojos, sin miedo, con determinación,
le dicen que ya fue demasiado, que ya no más.
Bien puede tomar la forma de marcha silenciosa,
de miles de velas iluminando la noche oscura,
de cantos de liberación, de bombos de hermandad,
de cacerolas indignadas y de lágrimas indignantes,
pero nunca, jamás, puede tomar forma de ametralladora.
No se combate la injusticia con armas de rencor,
no se le dispara con balas de locura, ni misiles de rabia,
no se la golpea con palos intolerantes, ni gases deshumanizantes.
Se la enfrenta seguro y confiado en el valor de la vida,
se la expone públicamente, opresora y cosificante,
se la desarma con los párpados bien abiertos de la justicia.
Ante la opresión no se calla, no se dice que no se dice,
ante la violencia no se cierran los ojos, “pesados como juicios”,
ante de injusticia no se hacen oídos sordos, porque sin sonido grita.
A la desigualdad no se la naturaliza, no se la legaliza,
no se la llama mercado y se mira hacia otro lado,
no se habla de propiedad privada, olvidando que la vida es sagrada.
La marginación no se margina, la pobreza no se oculta,
el llanto de dolor no se acalla, el hambre no se tapa,
el frío en los mocos de un niño con disimularlo no se pasa.
La sangre en nuestras venas clama por justicia,
el tambor en nuestro pecho clama por igualdad,
la humanidad en nuestro cuerpo clama por libertad.
Quiera Dios que responsablemente oigamos su clamor.

2 comentarios:

jona dijo...

hace un tiempo atras lei uno de tus textos, el que habla sobre ser cristiano.

me parecieron palabras muy sabias y reflejo de lo es ser cristiano. Ahora me ha llamado la atención seguir leyendo tus publicaciones, en muchas cosas concuerdo con lo que escribes. Aun asi creo que me falta mucho por aprender, creo que el mundo de hoy es un arma de doble filo para cultivar la fe.

tengo 22 años, pertenezco a un grupo llamado EJE( encuentro de jóvenes en el Espíritu). y el día Sábado participe de una jornada con niños entre 12 y 15 años. uno de ellos me dio sus raciones de el ¿Por que no creía en DIos? y sinceramente me causo un dolor profundo el no poder contestarle correctamente.

En fin, creo que no estoy pasando por un buen momento con mi vida cristina.. quiero hacer las cosas bien pero he sido muy inconsecuente con mis actos.

Solo quería felicitarte por tus palabras de cada texto que he leído, sin duda me han servido mucho y sigo leyendo para ver si encuentro palabras claras a mi problema.

Por lo que vi, te llamas igual que yo. jonathan = don de Dios. un gran significado nuestro nombre.

saludos y que Dios te bendiga e ilumine tu vida todo el tiempo.

Jonathan A. Aly dijo...

Jonathan, gracias por tus palabras.

A veces pienso que somos demasiado duros con nosotros mismos. La gracia es el regalo inmerecido de Dios. Esto significa que no podemos hacer nada para ganar este amor, pero también que no podemos hacer nada para perderlo. La fe es la confianza en que ese amor de Dios va a "cubrir todas nuestras faltas".

Te mando un abrazo y te aliento a seguir los pasos de Jesús, confiando en que Él nunca nos dejará abandonados.


Jonathan.