junio 26, 2008

Alanis Morissette - Uninvited (live)

¿Soy yo, o este tema está increible?




Lyrics

Like anyone would be
I am flattered by your fascination with me
Like any hot blooded woman
I have simply wanted an object to crave
But you, you're not allowed
You're uninvited
An unfortunate slight

Must be strangely exciting
To watch the stoic squirm
Must be somewhat heartening
To watch shepherd meet shepherd
But you, you're not allowed
You're uninvited
An unfortunate slight

Like any uncharted territory
I must seem greatly intriguing
You speak of my love like
You have experienced love like mine before
But this is not allowed
You're uninvited
An unfortunate slight

I don't think you unworthy
But I need a moment to deliberate.

junio 13, 2008

Publicidad: repetición ad nauseum y un muy bien felicitado

La publicidad es uno de los ámbitos en los que las ideas "dominantes" se expresan con mayor fuerza. Además, su constante repetición (de fondo, dado que entre sí apenas difieren en forma, y sólo superficialmente) ayuda a fijar en el inconciente colectivo los conceptos que trasmiten. Así, no es de extrañarse que en una sociedad preminentemente machista se destaquen avisos como estos:


“A largo plazo, los spots, aunque establezcan una competencia sobre las marcas, acaban teniendo, por acumulación, un discurso idéntico basado en valores comunes; todos repiten y acreditan los grandes mitos de nuestro tiempo: modernidad, abundancia, juventud, felicidad, ocio… Organizan así un ambiente cultural que incluye una constante repetición de las mismas ideas-fuerza; la mujer, por ejemplo, queda encerrada en una forma de hablar que sólo la identifica como objeto de placer o elemento doméstico, vive acosada y culpabilizada por la responsabilidad de la suciedad de la casa o de la ropa, el deterioro de su piel y de su cuerpo, el cuidado de los hijos y el aseo de sus nalgas, el estómago del marido, los ahorros del hogar, etcétera. No varía su situación de dependencia, bien sea en la oficina o en la cocina, en una playa o bajo la ducha: sigue siendo una esclava de los ojos de su dueño, haga lo que haga, el hombre la juzgará, y aunque se `libere´ por su trabajo en el exterior, deberá vigilar el olor de sus sobacos, la frescura de su aliento, el relieve de sus sujetadores o el color de sus medias” (Ignacio Ramonet, La golosina visual).

Quizás, al ver esas publicidades antiguas, de más de cincuenta años, sorprende ver cómo se menospreciaba a la mujer, al tratarla casi como un objeto del que su esposo es dueño. Sin embargo, las mismas ideas-fuerza siguen presentes en los avisos de hoy, sólo que de manera no tan evidente:


Esa publicidad es de 2006, a razón de una feria de autos usados en Bogotá, Colombia. La mujer cosificada, convertida en objeto a ser adquirido por el hombre.

Por todo lo expresado es que sorprende tanto la siguiente campaña de Ford Fiesta lanzada hace unos días en Argentina:



En el medio tiene una dirigida a una madre, un tanto descolgada, pero en fin... Por si interesa, acá está la ficha técnica.

junio 04, 2008

Damaged

El mundo está plagado de gente con cara de nada (faceless people) que ante la simple pregunta "¿cómo estás?", ligeramente arroja un "muy bien", un "genial" o un "todo perfecto". Pareciera ser que vivimos en un mundo despreocupado y perfecto.

Sin embargo, en cuanto logras rasgar un poquito y pasar la superficie de una persona, te encuentras con dolor, resentimiento, soledad. Vivimos en un mundo en el que las fracturas expuestas sólo se maquillan para que no se vean, pero no se sanan. Y, para que no se note el rengueo al caminar, se deja de hacerlo. Así que nos quedamos con un mundo de maniquíes inmóviles. Dañados y estáticos. Perfectos a la vista, pero incapaces de vivir. Bien American Beauty style.

Hoy me encuentro con que muchas de las personas que más quiero, como si apenas hubiesen sobrevivido un terremoto o un huracán, están damaged. Ya sean enfermedades, problemas de autoestima, secuelas de un abuso infantil, abortos, embarazos perdidos, relaciones quebrantadas... lo que es común es el sufrimiento. Por todos lados hay lágrimas que esperan ser lloradas en un hombro hospitalario.

Dijo Jesús: "Bienaventurados los que sufren". ¿Bienaventurados? ¿Exageradamente felices? Hasta donde sé, el dolor no es agradable... incluso dejando toda tipo de patología masoquista de lado, el escozor del alma no es ni remotamente disfrutable... Y, sin embargo, el mundo está repleto de sufrientes. Ya sea a causa de algo que otros hicieron, algo que él/ella mismo/a hizo y no puede perdonarse, algo que pasó y no pudo evitarse, o algo que no se valoró hasta perderse... "Bienaventurados los que sufren, porque ellos serán consolados". La "alegría" del sufrimiento no se encuentra en él mismo, sino en la inevitable consecuencia de encontrar consuelo: “Y cuando te hayas consolado (siempre se encuentra consuelo) estarás contento de haberme conocido. Serás siempre mi amigo" (Antoine de Saint-Exupery, El principito).

Toda esta situación me deja en la inexcusable posición de no hacerme el desentendido. Estoy llamado a ser una agente de consolación: “Dios nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Él hemos recibido, también nosotros podamos consolar a los que sufren” (2º Corintios 1:4). A ser un portador del shalom (de la manera en que las cosas deberían ser). Me refiero a un compromiso activo a hacer que éste sea un mundo mejor. De facilitar el derramamiento de lágrimas que deben ser lloradas, para que sus respectivas heridas se cierren. “Aunque pasemos por grandes angustias, Él -Dios- nos dará vida” (Salmo 138:7). Seamos como antorchas encendidas en medio de la noche profunda, llevando vida a los desolados, abandonados en la oscuridad más densa.


¡Hagamos bienaventurados a los que sufren! ¡Levémosles consolación! ¿No estamos para eso, acaso?